Porque la vida es bella y tenemos que agarrarnos a ella
porque con cada anochecer, amanece un día mejor
que te hace vibrar con entusiasmo al ver que cada mañana
te despiertas mirando como de nuevo sale el sol.
Sentirse con el corazón de un niño
en pleno júbilo al escuchar esa voz
y sorprenderte con una sonrisa
fijada definitivamente en un rostro
que en un pasado sintió tristeza
al descubrir tormentas de engaños
y mentiras alrededor.
Descubrir como la lluvia, a tus mejillas, ya no llega
pues no hay cauce para el dolor
ni para aquellos ríos de lágrimas
que en un pasado fueron sembrando
en el corazón, angustia y desamor.
Querer beber de la verdad,
y que ésta te haga sentir plena
sentirte segura y dejar atrás el vacio
que una mañana por sorpresa a tu vida llegó.
Es por ello que hoy se despierta mi alma
con una gran carcajada
pues sé que a partir de este momento
mi camino lo iré pintando
con colores nuevos, intensos,
brillantes y resistentes al agua,
a las tormentas y a las nubes oscuras
que quieran ocultar la luz del sol.
Volver a encontrarte a ti misma,
volver a tener fuerzas,
volver a luchar por el ahora,
por esa esperanza y ese mañana
que cada día se va forjando
con alegría, ternura, diálogo,
comprensión y amor
junto al sonido de esas campanas
alegres que ya no dejan de sonar
al lado de un corazón que late
al son que la vida le va marcando
para que no pierda su ilusión.
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