jueves, 14 de abril de 2011

La sultana llamada Monalisa

Dicen que soy sultana
que vive libre,
y yo le contesto:
"no, no, yo soy mona, mona_lisa"
que salta entre los árboles,
buscando su libertad,
dibujando paisajes de colores,
agüita clara donde poder beber,
y brisa que le acaricie y le haga soñar.

Y es que no soy a veces Monalisa
pero si sultana en busca de su sultán,
que le lleve a un mundo de fantasía,
en el cual pueda vivir llena de felicidad.

Existía un país en la mente de esta sultana,
en donde vivía feliz junto a su sultán,
que le recitaba historias de mundos lejanos,
a los que juntos podrían llegar,
en ellos había playas con caracolas
que cantaban su nombre junto a la brisa del mar,
una arena fina que en las noches la arropaba,
para que no sintiera el frio de la soledad,
pues siempre estaría acompañada
la sultana de su sultán.

Tenían un velero llamado sueño,
que navegaba incansable por los mares
en busca de su libertad,
un hilo transparente que vivía en ella
para que nunca le faltara la sonrisa,
ni la luz en su forma de mirar.
Y es que esta sultana había aprendido,
que para vivir con alegría era necesario soñar,
por eso su alma vivía dividida
entre la tierra, el cielo y el mar.
En la tierra tenía sus raíces,
En el cielo las alas para poder volar,
y en el mar su velero que le hacía soñar,
pero en su corazón habitaba
otro elemento que le hacía arder como un volcán,
que era el fuego de la pasión
con el que había aprendido a amar.

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