lunes, 18 de abril de 2011

Cuida tu árbol de vida pues él te hará nacer y renacer una y otra vez



Aunque pienses que tus ramas y tus raíces están perdiendo fuerzas.
Aunque creas que tus hojas están ya secas.
Aunque tu tronco y tu corteza por las heladas y los azotes del viento se resquebraje.
Dirige la mirada de tus ramas y de tus hojas hacia ese mar que está tan cerca,
él te dará de beber para saciar tu sed y te regará cada día con gotas iluminadas de cariño y alegría vistiendo todo tu cuerpo de vida y color, cariño y pasión.
Porque no es lo mismo ser un árbol muerto y seco, que un árbol vivo y frondoso.
Por eso eleva tus brazos en la noche hacia la luz de las estrellas, agárrate a su estela y encamina tus pasos hacia la luz que te va dibujando la luna para alcanzar ese cielo que cada noche ves en tus sueños.
Y no pienses que tus raíces crecen en tierras movedizas pues es lógico, a veces, tener miedos ya que su cepa es regada por la savia renovada que te dá la experiencia, esas raíces irán cogiendo firmeza y se agarraran más fuerte a esa tierra fértil que será regada por el lago de la vida y que traerá a tus días una bella melodía para saciar la sed de las mañanas y los miedos de las madrugadas.
Entonces cuando despiertes veras tu reflejo en el espejo y descubrirás que todo fue un sueño. Un sueño del cual saliste vencedor, con mucha más fuerza, con mucho más brío y con un alma más bella.
Reflexión: Cada una de nuestras vivencias nos deben enseñar el camino correcto hacia la claridad, para  poder surcar los retos de la vida con seguridad puesto que solo así podremos llegar hasta el final de nuestros días caminando siempre por el sendero de la verdad, la alegría y la felicidad. Entonces, y sólo entones, habremos conseguido vivir  iluminando nuestras mañanas con una bella sonrisa.
Cuida tu árbol de vida, pues él te hará nacer y renacer una y otra vez.
LUCHA, VIVE, RIE, DISFRUTA Y SE FELIZ.






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