jueves, 14 de abril de 2011

Y LLEGO EL OTOÑO Y CON EL LA RENOVACION

 

Ya ha pasado el verano, estación que, a veces, con su sol nos quema, nos tuesta y nos ciega, y llegamos al otoño, esa estación que nos hará despojarnos de nuestras quemaduras para llegado el invierno arroparnos con nuevas vestiduras, y así cuando la próxima primavera llegue a nuestra vida, podamos admirar que en nuestro árbol brotó de nuevo una hermosa flor.

Te digo adiós verano,
con una gran pena en mi corazón,
pues eres la estación del año
que más disfruto yo.
Pero recibo con alegría un otoño
que se vislumbra con diferente color.

En este nuevo otoño, mis raíces se fortalecerán,
pues todo lo vivido las hicieron crecer,
ver y sentir que tan sólo se puede avanzar,
cuando se va con la verdad,
esa que te hace hermoso,
grande y sentirte querido por los demás.

Me despojaré de todo el dolor,
que me han provocado.
Olvidaré palabras vanas
que no llevan a ningún lado,
y arrancaré de mi memoria con el olvido
a aquél que con engaños
a mi vida había llegado.

Y así, poco a poco, mis hojas se irán secando
para que por fin lo vivido me haya servido
para el crecimiento de mi árbol.

Y llegado el invierno, me vestiré con nuevas hojas,
esas hojas serán el abrigo de mis amigos,
Esos que me han acompañado,
tanto en los buenos momentos como en los malos,
y seguiré mi vida como un árbol,
creciendo y extendiendo mis ramas en busca de la luz,
esa luz que nos ilumina hacia el camino correcto,
esa luz que nos da verdor, fuerza y esplendor,
esa luz que porta mi alma y mi corazón,
esa luz que me llevará hacia una nueva primavera,
llena de alegría, esperanza y pasión.

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