viernes, 25 de diciembre de 2015

LAS VERÓNICAS DE MI MAESTRANZA



La vida a veces me puso un par de banderillas que dolieron, pero con el paso de los días y la experiencia empecé a manejar con maestría mi capote y aprendí a hacerle Verónicas a esos acontecimientos que quisieron darme la puntilla.
Y aquí estoy vestida de luces, con mi montera, un par de orejas... y me encuentro dando el paseillo por el ruedo de la vida con mi cuadrilla.
Y me gritaron ¡¡¡Olé y Olé, morena!!!- ¡¡¡Vente a mi vera gitana, que yo te haré tocar las castañuelas!!!.
Y un nuevo viaje empieza en mi vida hacia esa plaza donde las luces de mi traje hacen brillar los ojos de quien me mira y brotar multitud de sonrisas.
Cuando el paseillo se termina salgo de la plaza cogida de la mano, con un ramo de flores y multitud de momentos tatuados en mi alma, junto a esa persona que cuando con garbo delante de él me paseo me canta y me grita: ¡ven conmigo, chula mía, que tu eres mi alegría!.
Entonces el miedo a las cornadas desaparece, el corazón se enaltece y las estrellas que junto a mi pasean tintinean. Salto mi barrera cojo al toro por los cuernos, me lo llevo al ruedo, le hago pases de pecho, naturales, doblones y molinetes, y finalmente extiendo mi capote, de color rojo fuego, en el albero.
Es el instante, tiro el estoque y me pongo de puntillas para regalarle mis besos y hacer realidad sus deseos fundiendo arena, estoque, capote y luces en la Maestranza del encuentro con el vaivén de nuestros cuerpos.
Me mira, me abraza y me grita: ¡olé, olé y olé!


domingo, 6 de diciembre de 2015

El País de Nunca Jamás



Yo alas de fuego,
Luz de luna, alas al viento...
Ola sin playa,
capitán sin velero,
sirena sin agua ni sal,
delfín sin mar,
cometa sin hilo que le haga bailar...

Mirada sin espejo,
ojos sin reflejo,
risas sin sonrisas,
oruga sin llegar a mariposa
porque su marinero
sigue perdido en el mar
sin dar cuerda a ese reloj
que varado quedó años atrás.


Miro al horizonte,
grito, callo, susurro,
lloro en soledad...
y sigo extendiendo mi mano,
sin encontrar mi par
porque los hilos se rompieron
tiempo atrás.


Brújula que no cesa de virar,
perdió el imán que indicaba
el camino de vuelta al hogar.
Ulises creyó que su Penélope
tejería y destejería
sin importar tiempo ni edad.

Y sigo sumergida en agua termal,
intentando que el frío no resquebraje
ese corazón que añora volver a cantar,
que añora dibujar un mundo
donde poder vivir sin miedo
a un futuro incierto que le hace temblar.


Porque ese País creció como niño egoísta
que tan sólo escuchó palabras de su mamá
expresen o no verdad y limitando su libertad,
por eso ese País no regala vida ni felicidad.
por eso tan sólo hoy reparte tristeza y soledad.

Por todo lo vivido y lo que me resta por vivir
hoy decido ser pistolero, ser naúfrago
que ponga punto final al País de nunca jamás.


Posdata: No más Penélopes, ni Wendys... No más Itacas ni Campanillas... VIVE