¡Allí estabas tú!
esperando, deseando,
¡allí estabas tú!
nervioso e ilusionado,
desde lejos observando.
Impaciente me llamabas,
yo, me preparaba
para llegar a ti tranquila y sosegada
¡calla!, ¡ espera !
que pronto podrás ver de nuevo mi cara.
¡Allí estabas tú!
esperando, desando mi llegada
¡por fin llegó el día!,
cogí la maleta,
hacia ti encamine mis pasos,
y al encontrarme junto a ti
pude ver una mirada ilusionada.
¡Qué sorpresa, qué bonito fue descubrir
cómo habías escogido el día, el momento
y el lugar adecuado para recibirme en tus brazos!
¡Qué bonito ver cómo me mirabas!
¡Qué bonito sentir que tu cuerpo expresaba
lo contrario a lo que decían tus palabras!
¡Qué bonito observar como entre chistes y canciones
ni para ti ni para mí las horas pasaban!
Me diste de comer frente a la playa,
Me diste de beber en el barco de la esperanza,
Me meciste con los vaivenes de las olas
de tu risa y de tu charla,
despertando al alba a ti abrazada,
para llegada la tarde despedirnos
con una sonrisa, un beso y diciendo:
¡Hasta mañana!.
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