Pasión y desenfreno

 

Noche o día,
luna o sol,
cualquier momento es perfecto,
si me miras, si te acercas
cuando existe deseo y pasión.

Baile de sensaciones,
respiración que acaricia,
y un roce de tus manos
hacen que mis pies
ya no pisen el suelo.

Besos, caricias, miradas
y comienzo a alzar el vuelo.

¡Ven! ¡Aquí te espero!,
para que recorras lentamente mi cuerpo,
y me hagas elevarme hasta el cielo.

Déjame ser la ola,
que haga cosquillear tus entrañas,
cuando en el camino
de tu cuerpo yo me pierdo.

Me besas y ardo en llamas,
acarició tu cuello, bebo de tus labios,
bailo contigo siguiendo el mapa de temblores
que brotan de ti con desespero,
y cada vez te siento más adentro.

Ni un milímetro te alejes de mí,
porque el contacto directo,
piel contra piel, es lo que yo anhelo.

Bésame, descúbreme,
mientras bailas con mi alma,
recorriendo el jardín de los deseos.

Déjame escuchar cada uno de tus suspiros,
déjame sentir ese cosquilleo incontrolable
que viaja de un extremo a otro de nuestros cuerpos.

Deja que mis piernas sean el lazo
para que la unión sea tan estrecha
que ya no puedas escapar
del fuego que llevo dentro.

Como volcanes embravecidos,
nos estamos consumiendo.
Con cada uno de nuestros besos,
vamos avivando el fuego.
Ya no hay forma de frenar la explosión
y terminamos sumergidos en un mundo
de pasión y desenfreno.

Fuego con fuego
pasión con pasión
y en tus brazos yo me pierdo
cuando exhalo tu último suspiro
con mi cuerpo entretejido,
al compás de un mismo latido.

Noche o día,
luna o sol,
cualquier momento es perfecto,
si me miras, si te acercas
ardiendo de deseo,
desenfreno y pasión,
para dejar rienda suelta
a esta maravillosa locura
que nos hace perder la razón.