jueves, 21 de abril de 2011

TIEMPO DE CAMBIOS, TIEMPO DE SUEÑOS

 

Tiempo de cambios, tiempo de sueños,
Adaptarse a ellos y aceptarlos
es signo de que estamos aprendiendo.
Porque continuamente estamos absorbiendo
las enseñanzas que el camino nos va ofreciendo
para así día a día ir creciendo.

Toda mi vida esta cambiando y en continuo movimiento,
y mis sueños no siempre son, los que son, ni los que parecen ser,
pues siempre quiero más, mucho más,
que una vida de añoranzas y deseos,
por eso quiero luchar y vivir luchando,
por hacer realidad el mejor de todos los sueños
que es alcanzar a vivir en felicidad y armonía.

Porque ya esta terminando mi duelo,
pase por la negación, luego la duda llegó,
siguió la culpa de no saber
si había sabido demostrar lo que siento
para sumergirme después en la soledad de los sentimientos.
Y el alivio también apareció al comprender que estaba en lo cierto
de que no era culpable de nada de lo que estaba ocurriendo,
para llegar al final del duelo con la aceptación de que lo que deseo
es seguir viviendo una vida y no sobreviviendo hasta el final.

Sueños de amar,
Sueños de ser amada,
Sueños de volar acompañada,
Sueños de vivir riendo y cantando,
y todo se resume en vivir y vivir
entre realidades y sueños
pero nunca más sufriendo.

Un día desperté de un sueño pasajero
y entonces inventé unas alas con un te quiero.
Fue al despertar que comprendí, queriendo,
que un amor ya está en mi sueño,
que es el amor que por mi hija y por mi siento.

Alcanzar otro amor no podía,
aunque más y más quería
y entonces entendí lo que mi interior me decía:
Volar y volar deseo,
pero en compañía,
entrelazando unas alas
que desean estar unidas
y es por eso que sigo esperando, ese día
en el que dos almas libres se unan para vivir con alegría.

Ese sueño era todo lo que yo quería
por eso con él soñaba noche y día,
mi alma volaba a su encuentro,
surcando mares y cielos,
y en perfecta unión asida,
junto a la suya, dormía.

Almas errantes, almas unidas,
almas que se buscan
aunque separadas vivan.
Porque sé que llegará un día
en que ella me encuentre
y yo la encuentre
y ya nunca más solas viajaran,
ni por el azul de los cielos
ni por las noches, ni por los días.
En su vuelo emitirán esa luz desde el cielo
que a todos nos recordaran
que cuando dos almas se aman de verdad
nada ni nadie las podrá separar
y juntas vivirán siempre felices
hasta el final de sus vidas.

Cita de Fray Luis de León: "El amor verdadero no espera a ser invitado, antes él se invita y se ofrece primero".

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