Hablamos constantemente de amor, todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido ese sentimiento poderoso que nos eleva, hacia un mundo en el cual todos queremos habitar. Pero sólo unos cuantos saben conservar.
A veces el amor no es tal sino una ilusión a la cual desearíamos llegar. Amar es algo que todo el mundo no sabe hacer, leo mucho sobre este maravilloso sentimiento pero no todos saben llegar al corazón de la persona que según ellos aman. Por eso a veces pienso que para amar primero tendríamos que ir a la escuela del Amor. Esa escuela que nos enseña que amar es sacrificio, entrega, cultivo, y recogida. Sin estos ingredientes no llegaremos nunca a conjugar el verbo amar.
Por mucho que cultivemos, si la tierra donde se labra esta llena de piedra, el fruto jamás podrá ser recogido, es por ello que la preparación de dicha tierra para su recolección será difícil, pesada y por tanto abocada al fracaso. La semilla no podrá germinar pues siempre encontrará obstáculos para poder brotar y lo que empezó con pasión, ilusión y esperanza se quedará en pretérito pluscuamperfecto del modo subjuntivo, "HUBIERA O HUBIESE AMADO" o en un condicional perfecto del modo indicativo "HABRIA AMADO" si...............
La demostración de ese sentimiento no es condicional, pues cuándo realmente se siente brota por si sólo. Y vive y muere en gerundio en la persona que lo siente de verdad acompañado del infinitivo vivir o morir "AMANDO".
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