lunes, 18 de abril de 2011

Siempre hay una vela encendida

Tengo una vela encendida
en el centro de mi alma
y cuando la luz se apaga
y los celos se apoderan de su mente
abro mi corazón
que tiene una mecha guardada
para que lo ilumine en la distancia
y le indique el camino
hacia la luz que dará alegría a sus mañanas.

Un corazón arde en llamas
esperando la llegada
del ave fénix
que enciende la mirada.
Corazón que late,
corazón que siente,
corazón que escucha,
corazón que habla,
y entre sueños
y realidades te recuerda
que aún sigues enamorada.

Todo corazón necesita de una mecha
para que no se apague su llama,
por eso busca el pabilo adecuado
para que su alma arda
junto a la tuya abrazada.

Reflexión: "No existe oscuridad en el planeta Tierra que pueda apagar la luz de una vela".Porque siempre debemos mantener la ilusión, no dejes que se apague la llama de tu corazón. Busca la forma para avivar su llama y así ni el tiempo, ni la costumbre, la distancia o la rutina apaguen su llama.

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