viernes, 25 de febrero de 2011

Soy un velero en alta mar

Soy como un velero en alta mar,
que ha perdido su rumbo y no sabe hacia donde va,
hizo las velas y el viento me lleva de allí para allá,
porque su destino sigue siendo ningún lugar.

Soy un velero en alta mar,
que no tiene puerto donde atracar,
que perdió la rosa de los vientos tiempo atrás,
y por mucho que quiere ya no sabe navegar.

Soy un velero en alta mar,
que mira y mira al horizonte buscando su hogar,
pero no encuentra el faro
que le indique el camino para a su casa arribar.

Soy un velero en alta mar,
con rumbo a ningún lugar,
buscando la desembocadura
de ese río donde pueda navegar,
pues ya no quiero aguas saladas,
que salpican mis ojos y los hacen llorar.

Quiero el agua dulce de un río,
para poderme en él bañar,
sin que irrite estos ojos
cuando me zambulla en su profundidad.

Cada río tiene su mar,
y ese es el que yo quiero encontrar.

Porque el agua de un río se deja beber
y en él te puedes bañar, con paz y tranquilidad,
pues nunca vendrá una ola que te pueda ahogar.
Porque el agua de un río es vida y te da felicidad,
por eso estoy en alta mar buscando el delta adecuado,
que me indique el rumbo para a su desembocadura llegar.

Soy un velero en alta mar,
con rumbo a ningún lugar,
¿sabes tú la ruta,
que me lleve a la desembocadura
de ese río que sea mi vida
y nunca me deje de amar?.

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