El sonido de la vida

06 Sep 2010

Venimos a este mundo llorando,
y en nuestro primer encuentro con la realidad,
nos dan un par de cachetes si no más.

Luego miramos a nuestro rededor,
y la oscuridad es lo que permanece,
pero tras unos segundos de llanto,
empezamos a escuchar
el rum rum de nuestra mamá,
y en nuestra faz brota una sonrisa
pues ese sonido nos es familiar.

Es el sonido de la vida,
el que durante años, al escuchar,
nos causará la mayor felicidad,
pues siempre nos acompañará
en nuestro largo caminar,
dándonos apoyo, consejo y amor incondicional.

Para este largo viaje de la vida
que me queda por explorar,
dibujaré en mi rostro una sonrisa
para poder repartir a mis seres queridos
la alegría que tras muchas luchas
he conseguido alcanzar.

Y llevaré una goma como equipaje,
para poder borrar las lágrimas
que de mis ojos puedan brotar,
para dejar, tan sólo, las que sean de felicidad.

Porque si esas lágrimas fueran de felicidad,
las guardare junto a los besos que cada día
las personas que quiero me hayan podido regalar.
Y así llegaría hasta el final de mis días,
sonriendo y hablando con los ojos,
para terminar besandoles con el corazón.
Por eso yo deseo,
ya que en mi primer despertar
lo que hice fue llorar,
cuando la parca me venga a visitar
con mi último sueño,
irme con una sonrisa al más allá.