Unas veces soy luz de luna y otras soy luz de sol,
cuando me abrazas los días se vuelven dorados,
cuando me besas las nubes se vuelven de algodón
y ellas son nuestro abrigo y nuestro motor
para viajar siempre unidos
junto al calor de los rayos del amor.
Por eso abrázame, bésame, acaríciame
y hazme sentir siempre iluminada
incluso en los días en los que la tormenta
sea la que nos abraza, porque en esos días
es cuando más te necesita mi alma.
Y es que una vida sin la luz del sol o de la luna,
no sería vida, sería un deambular en la penumbra,
una eterna angustia y agonía.
Por eso deja una vela encendida
para que la llama del amor caliente nuestras vidas,
porque el amor es vida, ilusión y fantasía,
abrázame y dime que me quieres vida mía.
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