Palabras lance al viento, besos con un suspiro viajaron hasta tu cuerpo, volé hasta la luna para desde allí poder estar cada noche junto a ti aunque fuera tan sólo en sueños.
Convertí los cuartos menguantes y crecientes en columpio de mis deseos para con ellos poderme mecer abrazada a ti en un universo que inventé para no extrañar tus caricias sobre una piel que a gritos pedía unas manos que recorrieran cada palmo provocando suspiros con cada encuentro.
Lloré con cada silencio, desperté en cada amanecer que una voz llegaba susurrándome que me quería, para después morir con cada despedida.
Y así, poco a poco, un corazón que fue hilvanando cada cicatriz que el pasado le fue haciendo, volvió a romperse por momentos.
Y así, poco a poco, el amor se fue tatuando a fuego lento en un alma que era viajera, soñadora y traviesa. Un alma que por momentos creyó en un pasado que nunca más volvería a sentirse enamorada y que su mejor forma de vida era la compañía de esa buena amiga que era la soledad querida, en la cual se refugiaba cuando no deseaba el bullicio que la vida le ofrecía.
Por eso cada día pido que mi alma vuelva conmigo, para que me de abrigo para que por fin pase este frio.
Luna, sol, estrellas, caminos, encuentros, desencuentros, amores, desamores, noches, días……….. momentos……………. VIDA, mi VIDA.
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