viernes, 25 de febrero de 2011

HIJA DE LA LUNA

el 19 Ago 2010 -

Llegó un día a mí la alegría,

Y abrazada a ella feliz me sentía
Pero cuando cerraba los ojos
el miedo a perderlo todo
sin permiso aparecía.

Y es que cuanto más amaba
más miedo sentía,
a que la vida me siguiera arrebatando
Todo lo que yo tanto quería
Por eso decidí un día,
Cerrar mi corazón porque así no sufriría.

Pero alguna grieta en él habría
porque cada noche por ella
mi alma se escapaba
en busca de las estrellas,
que sonrientes se insinuaban
y me dibujaban en el azul del cielo
un camino tan brillante
que no podía evitar el deseo
de abrir mis alas para volar
hacia el firmamento.

Cuando llegaba a la luna
Y me veía rodeada por tantos luceros
Mi alma se sentía viva, alegre y divertida
y es entonces cuando me convencía,
que algún día, podría hacer realidad
cada uno de mis sueños,
por eso, mis alas siempre surgían,
por eso, siempre conseguía alzar el vuelo.

Y es que la luna un hilo dorado
en mi corazón prendió un día
para que nunca olvidara
en el duro caminar de esta vida
lo que es amar, pues sólo amando
podremos vivir con plenitud y alegría
hasta el fin de nuestros días.

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