Todo llega y todo acaba, ¿pero por qué?, quizás por falta de ilusiones, quizás por falta de esperanzas, quizás porque nos dimos con el alma y recibimos nada.
Todo llega y todo acaba, ¿para que llegó si no podía ofrecernos nada?, llegó para engatusarnos con palabras vanas, para rellenar sus horas flacas, para rompernos el corazón y clavarnos un puñal por la espalda.
Todo llega y todo acaba ¿por qué si sabias todo esto tu alma siguió enamorada?, porque quién se enamora entrega su ser, sus días y sus mañanas, porque necesitaba desgarrar todo el amor que escondia su alma para que nadie se lo arrebatara, porque necesitaba morir para de nuevo nacer al despertar una mañana.
Todo llega y todo acaba , ¿pero por qué acaba? porque con el tiempo se produce un vacio, buscas esos sentimientos tan grandes que florecieron en ti y ya no los encuentras. La inquietud por ver a ese ser se acaba, las caricias que cada día deseabas ya no te hacen falta, las palabras que te hacian llorar de emoción ya no producen nada, y lo miras en tu recuerdo y no encuentras la razón para seguir alimentando algo que crees que ya no podría hacer germinar nada.
La flor se secó, sus hojas cayeron y tan sólo quedó un tallo seco sin color y sin savia, de él nada podrá florecer porque hasta sus raices se pudrieron, convirtiéndose en una caña hueca que ya ni siquiera de ella puede brotar el silbido de una pequeña esperanza.
¿Pero tu decías que aún albergabas una pequeña esperanza?, si pero en un nuevo amanecer, en el brote de una nueva flor, a la cual su jardinero sepa cuidarla. Porque si sabe cuidarla la flor cerrará sus petalos por las noches para evitar las nevadas y los volverá a abrir con cada amanecer para que él admire su color y vea la alegria que en ella vive al sentirse enamorada.
PDTA.: ¿Quién no se ha sentido Lola en alguna ocasión?.
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