jueves, 24 de marzo de 2011

Las estaciones y el corazón

luz

Cuatro estaciones con el fluir de la vida

se van repitiendo en mi corazón.

Con la primavera éste se enamoró,

viviendo cada día con una sonrisa,

llenando su caminar de sueños e ilusión,

y con una mano que acariciaba su mejilla

para sentir la suavidad de un sentimiento

que con el tiempo iba enraizando

en un corazón que palpitaba de emoción.

Pero un verano, poco a poco,

un viaje a un mundo lejano les preparó,

el fuego y la ilusión emigró,

dejando anclado los latidos de su corazón.

Y llegó el otoño al árbol de mi vida

y junto a una hoja que de él calló

el alma que en mí habita

un viaje sin destino cierto emprendió

en busca de ese mar que le llevara

hacia un horizonte donde todo fuera color.

Y mi alma acompañada de una luz viajó,

surcó el invierno despojada de toda ropa

que ocultara su visión,

navegando por un río de esperanzas

que la iban llenando de calma

al ver en su profundidad peces de colores

caracolas que le cantaban

y gaviotas que le indicaban la ruta que le llevaría

hacia un destino donde se pusiera en marcha su reloj.

Y una primavera a su vida de nuevo llegó,

llenando su cuerpo de alegría y de canto

porque en el horizonte vislumbró

una luz llena de esperanza

que un nuevo mundo le mostró.

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