miércoles, 16 de marzo de 2011

LOS OFICIOS DEL AMOR O EN SU CASO DEL CORAZÓN



No existe oficio más bello que áquel que es capaz de construir puentes y caminos para llegar a nuestro destino.
El actor interpreta personajes, llenos de alegrias o de penas, para llegar hasta tu corazón y así hacer brotar de tu rostro una sonrisa, unas lágrimas o una ilusión.
El escritor piensa palabras y construye en su mente hermosas poesías.
El pintor en su paleta mezcla colores para crear un fantástico “Murillo”, un "Dalí" o un "Velázquez"
El escultor cincela el alma para renacer en el milagro de esculpir una imagen.
El mago, con su don, vuelve los “objetos” invisiblesy los esconde en el cofre de sus secretos.
Las estrellas emiten luces intermitentes cual sonrisa que muestra los luceros que oculta detrás de unos labios.
El sol, astro rey, nos ilumina nuestros días dándonos el calor necesario para que brote vida.
La Luna alumbra los senderos de la noche y desprende magia, que llega sigilosamente a los corazones de los enamorados que ocultos se acarician entre las sombras.
La Luna en la oscuridad de la noche se siente sola, por eso a veces mengua y desaparece totalmente pues no encuentra el camino hacia el sol y las estrellas. Pero cuándo la luna está alegre, ya no existe oscuridad en la noche, porque se encuentra llena, acompañada, y hasta ella llegan los destellos de sus compañeras las estrellas.
Por eso yo que soy Luz de Luna siembro, noche y día, semillas de palabras para recoger sueños que me hagan ver el sendero que me eleve hacia las estrellas. Porque lo único que pretendo, al ir sembrando de poesía mi camino, es llegar cerca de un sol que sus rayos me brinden calor, respeto y amor.
Cuando una mirada emite luz no es necesario emplear palabras para expresar todo lo que se siente.
Cuando una sonrisa sale del alma, el rostro se ilumina y la alegría te envuelve.
Cuando un corazón palpita por amor tu vida se llena de color.
Y cuando el sentimiento es tal que traspasa el alma no hay barrera que consiga que el agua deje de brotar de esa fuente que es manantial de vida en el mañana y en el presente.

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