viernes, 27 de mayo de 2011

Con las suelas gastadas


Volando viajo entre sueños e ilusiones
deseando despertar en un mañana lleno de matices
que aviven el brillo que habita dentro de mi ser
esperando a nacer de nuevo otra vez.


Mis alas están un poco gastadas por la lucha constante
al intentar atravesar cielos llenos de huracanes
por eso en algunos momentos en vez de volar decidí caminar,
por senderos que me llevaran a un mundo diferente
donde encontrar el descanso y así por fin poder andar por él descalza
pues no habrá en él ningún cristal que a mis pies pueda dañar.


El camino está siendo largo y duro,
a pesar de ello no siento cansancio
porque la esperanza siempre acompañó mi canto.
Las suelas de mis zapatos están gastadas
por el paso de los años, pero yo sigo caminando
porque mi amiga nunca soltó mi mano,
anidó tan profundamente en mi alma
que la soledad nunca consiguió habitar en mi casa.


Y la sonrisa acompaña cada uno de mis días,
avivando el fuego que habita en mi alma,
y la sonrisa acompaña cada tarde de mi vida,
haciendo feliz a todo aquél que junto a mí camina,
y la sonrisa me acompaña en cada anochecer
para hacerme comprender que no hay cosa más bella
que sentirse abrazada por ese amor verdadero
que algún día sin yo esperarlo llegará a mi ventana.

Sólo así podré despertar con cada nuevo amanecer
con tal alegría que haga brotar del corazón
todo aquello que celosamente en él guardaba
para ofrecérselo sin reproches y sin medida
a esa persona que pacientemente mi alma esperaba.

De tanto caminar tengo las suelas gastadas,
pero a pesar de ello nunca dejó de habitar en mi hogar 
el verde de la esperanza,
porque se que viajaré hasta el fin de mis días
junto al amor abrazada y sabiendo esto con eso me basta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario