martes, 28 de junio de 2011

Voz y palabra: que nunca falten



De tanto parlamentar fui perdiendo la voz un día,
pues por muchas palabras que intentaba pronunciar
el viento que por mi alameda pasaba sin sonido las dejaba
y los oídos se volvieron torpes y sordos,
dando lugar a que no pudieran entender lo que mi alma gritaba.

Por eso un buen día, decidí no articular palabras
pues de nada servía hablar si no te escuchaban.
Y en el silencio me sumergí para que el tiempo me devolviera
la modulación adecuada. 
Por sorpresa, al despertar una mañana, la volví a encontrar
y lancé un grito ante la injusticia de una justicia 
que por mucho que intentaba encontrar no la hallaba.

Y empecé un nuevo camino lleno de luchas junto a personas
que tenían las mismas inquietudes e ideales,
y en ese sendero encontré esa ilusión perdida, 
naciendo en mí una nueva esperanza.

Baches, zancadillas, apelativos hirientes nos fuimos encontrando
pero ninguno de ellos evitaron que siguiéramos luchando
por un futuro en el cual todos pudiéramos
disfrutar de un mundo mejor donde la expresión de nuestro descontento
no fuera distorsionada por los medios y nuestro estado de bienestar, 
que después de muchas luchas habíamos conseguido, 
no se quedaran en utopías irrealizables,
en manos de personajes que, poco a poco, los iban mermando y destruyendo
para beneficio de unos pocos, dando lugar a la destrucción 
de todos nuestros derechos y libertades.

¡ Qué la voz y la palabra siempre nos acompañen!!!!
Por tí, por mí, por todos....................




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