miércoles, 8 de junio de 2011

Los recuerdos nuestros eternos compañeros




Balanceándome como en un columpio, voy hacia mi mañana, llena de recuerdos, de ilusiones y nostalgias.

Mi corazón esta lleno de compartimentos, en él tengo dos baúles que conforman mi vida, un baúl para el olvido y otro para los recuerdos, este segundo es el que más quiero porque es el que nos ha ido transformando en los que hoy somos y en los que en un futuro seremos.

Guardo imágenes de mi pasado que llenaron mi vida de alegría, de ilusiones y esperanzas en el mañana, en él habita todo lo que amo y he amado, palabras, sensaciones y un sin fin de momentos que nunca podrán dejar de formar parte de mi. Porque son mi ayer, mi yo. Es el baúl de la felicidad, es el baúl que me enseñó a amar, es el baúl donde guardo mi infancia, mi juventud y mi posterior madurez. Es el baúl que nunca olvidar quiero. Es lo que fuí, lo que soy y lo que seré.

En el baúl del olvido, están encerrados otros momentos duros, difíciles y que me gustaría no afloraran a mi mente, por eso intento tenerlo cerrado para que Pandora no me haga caer en el vacío. Aunque nadie puede evitar que a veces como un sainete vuelvan a nuestro presente provocando asfixia y lágrimas por no haber podido cambiar los acontecimientos.

Estos dos baúles viajan con cada uno de nosotros durante toda nuestra vida y mi gran deseo es ir llenando mi baúl de los recuerdos y que el del olvido termine completamente vacío.

Aunque a veces temo que si esto ocurriera, dejaría de ser yo pues ambos han hecho la persona que hoy soy, con mis fallas y mis aciertos. Hay que entender y que aceptar que todos tenemos un libro de nuestra vida el cuál tiene muchos capítulos escritos y que no se pueden borrar pues ya fueron vividos.

Lo único que nos queda es aceptar todos los acontecimientos que nos han acaecidos y al hacerlo, seguir caminando, evitando caer en ese laberinto que nos deja paralíticos y sin ser capaces de poder movernos.

Y es que el corazón esta lleno de compartimentos, donde se almacenan todos los sentimientos, por eso la memoria y el corazón son tan buenos compañeros. Porque sin corazón no habría emociones y sin la memoria dejaríamos de ser personas para pasar a un estado vegetativo, en donde la palabra olvido nos llevaría a un eterno vacío pues no sabríamos ni quienes somos ni con quien compartimos o hemos compartido nuestra vida.

Por eso mis recuerdos viajan, día a día, cogidos de mi mano , porque ellos son los que nos enseñan y los que nos han marcado el camino que ha dado lugar a los seres que hoy somos y los que seremos en un mañana.

Recuerdos nuestros mejores compañeros y con los que siempre viajar quiero.

 

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