lunes, 22 de diciembre de 2014

Silencio






Silencio cuánto silencio...!!!
a pesar del silencio
puedo leer en tus ojos,
silencio mucho silencio,
silencio lleno de gritos
y mi corazón está en un puño
porque a pesar del silencio
escucho un lamento.

Si, oigo el rumor de un lamento...
al callar lo que grita nuestros adentros,
por miedo a seguir sufriendo.

Y ahora que habrá?
ahora solo habrá horas, días, momentos...

Y qué vendrá?
Silencio y lamento, lamento e insomnio
por haber silenciado la voz de los sentimientos.

Y ahora qué queda?
Vacío, silencio y  un pecho descubierto
cuando al mirarte al espejo veas,
la realidad de tu verdadero afecto.

Ahora queda silencio,
lágrimas y más silencio al descubrir
que las palabras eran contrarias
a lo que se estaba sintiendo...

Contrarias por temor a un futuro,
contrarias ante la creencia,
de que nada ...
nada, puede ser eterno.







2 comentarios:

  1. "Para toda clase de males hay dos remedios; el tiempo y el silencio".
    (Alejandro Dumas)

    Feliz Navidad

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    1. Una vez escribí sobre el tiempo y el silencio y como bien dijo Dumas, yo argumenté que eran los bálsamos para curar dicho mal."

      Sensaciones nuevas, aquellas que te hacen sentir que el silencio es como un bálsamo reparador, que va cerrando las heridas que se habían formado en el corazón.
      Ese silencio que en un pasado nos había golpeado con crudeza, ahora es como una caricia deseada, pues con tanta quietud, poco a poco, se empieza de nuevo a percibir el paso del tiempo, se desea incluso, pues al haber tanto silencio, podemos escuchar el sonido de nuestro reloj, que siempre estuvo ahí pero no le prestábamos atención, ver como las agujas van avanzando hilvanando aquellas fisuras que aún seguían sin cicatrizar, te da una sensación de bienestar e incluso paz. Y esa quietud libera al alma, dejándola de nuevo respirar.
      Entonces te das cuenta que hay sonidos y palabras que ya no quieres escuchar, pues podrían turbar esa tranquilad. Te das cuenta que la vida que vives es en la que deseas estar, es la que tu escogiste y la que te proporciona felicidad. Te das cuenta de tantas cosas que das gracias al cielo por haberte dado claridad.
      De nuevo los relojes empezaron a funcionar, de nuevo el corazón empezó a palpitar, y entonces comprendes que la vida te ofrece una nueva oportunidad para volver a empezar.
      Volver a empezar es vivir, sentir y escribir con letra firme la historia de nuestra vida, esa que todavía no está escrita, esa que nos hará vivir siempre como si fuese nuestro último día, ni mirando al pasado ni soñando con un futuro, sino viviendo cada día en presente, porque la felicidad, el amor, la alegría e incluso las penas todas se viven en presente.

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