domingo, 6 de diciembre de 2015

El País de Nunca Jamás



Yo alas de fuego,
Luz de luna, alas al viento...
Ola sin playa,
capitán sin velero,
sirena sin agua ni sal,
delfín sin mar,
cometa sin hilo que le haga bailar...

Mirada sin espejo,
ojos sin reflejo,
risas sin sonrisas,
oruga sin llegar a mariposa
porque su marinero
sigue perdido en el mar
sin dar cuerda a ese reloj
que varado quedó años atrás.


Miro al horizonte,
grito, callo, susurro,
lloro en soledad...
y sigo extendiendo mi mano,
sin encontrar mi par
porque los hilos se rompieron
tiempo atrás.


Brújula que no cesa de virar,
perdió el imán que indicaba
el camino de vuelta al hogar.
Ulises creyó que su Penélope
tejería y destejería
sin importar tiempo ni edad.

Y sigo sumergida en agua termal,
intentando que el frío no resquebraje
ese corazón que añora volver a cantar,
que añora dibujar un mundo
donde poder vivir sin miedo
a un futuro incierto que le hace temblar.


Porque ese País creció como niño egoísta
que tan sólo escuchó palabras de su mamá
expresen o no verdad y limitando su libertad,
por eso ese País no regala vida ni felicidad.
por eso tan sólo hoy reparte tristeza y soledad.

Por todo lo vivido y lo que me resta por vivir
hoy decido ser pistolero, ser naúfrago
que ponga punto final al País de nunca jamás.


Posdata: No más Penélopes, ni Wendys... No más Itacas ni Campanillas... VIVE



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