Pasan las horas, los días, los meses pasan
pasan personas, momentos, vida…
pero nosotros no pasamos permanecemos.
Permanecemos impregnados
de ese sentimiento que vive y crece,
atrapados por un deseo…
Un deseo que se hace fuerte.
Todo pasa cuando el volcán se calma,
cuando la llama no prende,
cuando el deseo desaparece.
Todo pasa si no hay simiente,
si no hay cosecha,
si el árbol se impregna de hojas secas.
Todo pasa y todo queda,
cuando tu cuerpo se acerca, calienta,
cuando tus besos bailan,
cuando tus ojos suspiran
cuando tus labios mojan
una piel que sin ellos se siente seca.
Todo pasa y todo queda,
cuando sube la marea,
cuando la sal impregna,
cuando las olas mecen,
y el sol calienta, te mima, te anhela.
Todo pasa y todo queda,
cuando los suspiros avivan la vela,
cuando la sangre calienta,
cuando el roce de una piel
es el abrigo que se desea.
Todo pasa, pero en mi todo queda
porque junto a ti siempre es primavera
y tu amor y tu deseo me hace eterna.
Precioso y profundo. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarGracias a ti José María por leerme. Un saludo,
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