martes, 1 de mayo de 2012

Fuego

Tengo en mi pelo prendida una flor,
sujeta con las hojas y el tallo del amor,
en la voz una melodía
y el alma baila al son de una alegre canción.
 La noche me acaricia,
recorre mi cuerpo con pasión,
besa mis labios dibujando el sendero
que, palmo a palmo,
nos llevará al éxtasis fundiéndonos
al ritmo de un sólo corazón.

 Galopa junto a la luna,
envuelto por las olas,
galopa entre polvo de estrellas y el mar
embravecido por la furia de dos.
 Y unidos, siempre unidos
bailaremos junto a las estrellas,
la luna o el sol, escuchando esa canción,
que suena con una bella voz
y que hace latir nuestro corazón.

 Tengo en el pecho prendida una flor,
que marca los latidos del corazón,
haciendo que los ojos
brillen con intenso color,
al escuchar de sus labios
unas palabras que me trajo
el sonido del viento y de su voz.

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